Daño en los ecosistemas y pérdida de biodiversidad, una delgada línea entre la inoperancia y la necesaria responsabilidad social
La degradación de los ecosistemas y la extinción de las
especies están inevitablemente ligadas al bienestar del hombre. El ritmo
de las pérdidas tiene una potencia temible y demanda acciones urgentes
para restaurarse inmediatamente, ya que amenaza el normal
funcionamiento de la ecosistemas del mundo y atenta contra la
existencia de generaciones actuales y futuras.
En la actualidad se considera que no existe
en todo nuestro planeta un ecosistema exento de trazas de la actividad
humana, aún los localizados en zonas muy apartadas presentan niveles
significativos de diversos agentes potencialmente contaminantes, ya sea
aportados por los movimientos de las masas de aire, las corrientes
marinas u oceánicas o los más diversos fenómenos atmosféricos, sumados a
los agentes derivados de los procesos naturales.
En este sentido, el deterioro y la fragmentación de los ecosistemas
con la consecuente pérdida de biodiversidad constituyen uno de los
problemas más graves que enfrenta la humanidad. Las relaciones entre
el hombre y los recursos naturales son erradamente contradictorias ya
que las sociedades crecen y se desarrollan a expensas de sus recursos
naturales al mismo tiempo que los destruyen de manera alarmante.
Entre las causas del deterioro ambiental se pueden mencionar la
erosión de los suelos, la contaminación ambiental, los incendios
forestales, el uso inadecuado de los terrenos de cultivos, especies
exóticas invasoras, la abusiva aplicación de agroquímicos y el vertido
de efluentes industriales.
La Ecotoxicología es una ciencia joven que nace como una demanda a
esta problemática y estudia efectos adversos de los compuestos químicos
sobre los organismos vivos, desde el nivel del individuo hasta el de
ecosistema e incluso de la biosfera. Los efectos estudiados consideran
no solo las raíces toxicológicas, sino también otros tipos de
perturbaciones de origen químico y sus sinergias y de origen físico o
biológico. Los estudios pueden generar importantes datos que pueden ser
usados en las decisiones sobre Evaluación del Riesgo y Desarrollo
sostenible y permiten Intervenir en el diseño de requerimientos legales
que regulen la manufactura y la liberación de sustancias. Lo cierto es
que sin un acompañamiento de concientización adecuado, los abordajes
estarían siendo insuficientes.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Mundial del Medio Ambiente en 1972 para marcar la apertura de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano, la misma que llevó al establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El Día Mundial del Medio Ambiente se conmemora cada año el 5 de junio y en cada ocasión, la Organización de las Naciones Unidas fomenta una alerta mundial sobre el medio ambiente e incrementa la atención del público y la acción política.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Mundial del Medio Ambiente en 1972 para marcar la apertura de la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano, la misma que llevó al establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El Día Mundial del Medio Ambiente se conmemora cada año el 5 de junio y en cada ocasión, la Organización de las Naciones Unidas fomenta una alerta mundial sobre el medio ambiente e incrementa la atención del público y la acción política.
Como un modo de aumentar la comprensión y la conciencia sobre las
cuestiones relativas a la diversidad biológica, el Programa Ambiental
de las Naciones Unidas (PNUMA) convocó un grupo de expertos en
diversidad biológica en noviembre de 1988, para evaluar la necesidad de
un convenio internacional sobre la diversidad biológica, trabajo que
culminó el 22 de mayo de 1992 con la Conferencia de Nairobi para la
adopción del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Los objetivos del
Convenio son la conservación de la diversidad biológica, el uso
sostenible de sus componentes, y la participación justa y equitativa de
los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos.
Sin embargo, en las últimas décadas y a nivel global las acciones no
han producido cambios reveladores. Por tal motivo, PNUMA pidió
acciones audaces e innovadoras con urgencia para que los gobiernos
puedan cumplir con un Plan Estratégico a 10 años (2011-2020) con 20
objetivos, destinado a frenar la pérdida de biodiversidad en la Tierra.
Así lo señala en un informe presentado en el año 2014 en
la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre
Diversidad Biológica que se reúne en Montreal. El PNUMA subrayó que
lograr esas metas requiere cambios en la sociedad, incluyendo un uso
mucho más eficiente de la tierra, el agua, y la energía, además de
nuestros hábitos de consumo y grandes transformaciones en los sistemas
alimentarios.
La Asamblea General de las Naciones Unidas también proclamó el 22 de
mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica, mediante la
resolución 55/201,
con el propósito de informar y concientizar a la población y a los
Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad.
Es imprescindible comprender que los problemas ambientales son muy
complejos y requieren un enfoque interdisciplinario que permita atender
las necesidades de una población aumentada en las próximas décadas
frente al desafío de una capacidad operativa para gestionar y restaurar
los recursos naturales de los que depende toda la vida.
Entre las áreas que necesitan una atención más urgente se señalan el cambio climático global, la biodiversidad, el problema del agua y los impactos que la contaminación de diversa índole tienen sobre la salud de los ecosistemas. En todos los casos se requiere de políticas ambiciosas y combinadas con acciones inmediatas e integrales para evitar nuevas consecuencias de la inacción y crear un escenario de sostenibilidad.
Entre las áreas que necesitan una atención más urgente se señalan el cambio climático global, la biodiversidad, el problema del agua y los impactos que la contaminación de diversa índole tienen sobre la salud de los ecosistemas. En todos los casos se requiere de políticas ambiciosas y combinadas con acciones inmediatas e integrales para evitar nuevas consecuencias de la inacción y crear un escenario de sostenibilidad.
La sostenibilidad puede vincularse con la resiliencia de los
ecosistemas, es decir la capacidad de recuperarse luego de una
perturbación y remite a la posibilidad de un ecosistema de mantenerse
relativamente estable a lo largo del tiempo. Estas características son
deseables y plantean en paralelo, políticas ambientales y una
alfabetización científica ambiental para la sostenibilidad como objetivo
clave para la formación de ciudadanos críticos en una situación de
verdadera emergencia planetaria.
La escuela, entre otros actores, constituye un ámbito propicio para
abordar la cuestión ambiental desde perspectivas integradoras que
permitan a los alumnos la formación de un pensamiento crítico para
comprender la complejidad del tema, conocer y contrastar las diversas
visiones existentes sobre los problemas ambientales. Es necesario que
las generaciones actuales y futuras sean conscientes de los problemas
ambientales y tomen decisiones que sean coherentes con una sociedad
respetuosa de los recursos naturales, con una posición ética de la
sostenibilidad ambiental conjuntamente con una ética de la igualdad
social.
Esta nueva sensibilidad adquirida mediante un trabajo sostenido
sobre la concientización y la capacitación sobre problemas ambientales
tanto locales como globales, podría ser la clave hacia el desarrollo de
valores y comportamientos diferentes en la relación de los seres
humanos con el ambiente.
La Década de la Educación por la Sostenibilidadha sidopromovida
por la Naciones Unidas a comienzos del año 2005 y desde entonces la
OEI ha estado impulsando la Educación por la Sostenibilidad entre los
educadores iberoamericanos por medio de un espacio web que se ha
convertido en referencia para la región. Actualmente se avanza con un
Programa de Acción Global hacia la transición de una Sostenibilidad
posible.
En Argentina han comenzado a desarrollarse programas educativos con
la creación de la Unidad de Coordinación de Educación Ambiental de la
Subsecretaría de Coordinación de Políticas Ambientales (Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación), aunque todavía son
escasas las iniciativas en la educación ambiental no formal,
especialmente la dirigida a adultos que conviven a diario con las
contradicciones del cuidado del ambiente y la satisfacción de sus
necesidades vitales mediante las actividades productivas.
Resta mucho camino por recorrer y los tiempos se acortan. Es
nuestro deber como ciudadanos responsables, superar los obstáculos y
lograr que la realidad no supere la ficción ya que la ignorancia, las
malas políticas y las ganancias desmesuradas de la explotación
ambiental no nos alcanzarán para comprar un planeta nuevo.

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